Don Quijote, Segunda Parte: Capítulo LXVI
El ingenioso caballero Don Quijote de la Mancha: Que trata de lo que verá el que lo leyere, o lo oirá el que lo escuchare leer de Miguel de Cervantes Saavedra AL SALIR de Barcelona, volvió don Quijote a mirar el sitio donde había caído, y dijo: -¡Aquí fue Troya! ¡Aquí mi desdicha, y no mi cobardía, se llevó mis alcanzadas glorias; aquí usó la fortuna conmigo de sus vueltas y revueltas; aquí se escurecieron mis hazañas; aquí, finalmente, cayó mi ventura para jamás levantarse! Oyendo lo cual Sancho, dijo: -Tan de valientes corazones es, señor mío, tener sufrimiento en las desgracias como alegría en las prosperidades; y esto lo juzgo por mí mismo, que si cuando era gobernador estaba alegre, agora que soy escudero de a pie, no estoy triste; porque he oído decir que esta que llaman por ahí Fortuna es una mujer borracha y antojadiza, y, sobre todo, ciega, y así, no vee lo que hace, ni sabe a quién derriba, ni a quién ensalza. -Muy filósofo estás, Sancho...
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