Convención de Naciones Unidas contra la Corrupción
Antecedentes La ONU cuenta con diversos documentos que abordan el tema de la corrupción como el Código de Conducta de las Naciones Unidas para funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, aprobado por la Asamblea General en 1979, y la Declaración de las Naciones Unidas contra la Corrupción y el soborno en las transacciones comerciales internacionales de 1996. A su vez la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD) lanzó en 1999 un Programa Mundial contra la Corrupción proporcionando a los Estados miembros orientación y asistencia técnica. Sin embargo fue a partir del año 2000 cuando se reforzó la idea de combatir este tipo de delitos mediante un seminario coordinado por el Instituto Interregional de Naciones Unidas para Investigaciones sobre la delincuencia y la justicia en el marco del Décimo Congreso de las Naciones Unidas sobre Prevención del Delito y Tratamiento del Delincuente en Viena. La Asamblea General reconoció en su resolución 55/61 de 4 de diciembre de 2000 la necesidad de contar con un instrumento jurídico internacional eficaz contra la corrupción que fuera independiente de la Convención de Naciones Unidas contra la Delincuencia Transnacional Organizada. La Asamblea General en su resolución 56/260 del 9 de abril de 2002 decidió establecer en Viena un comité especial encargado de negociar una Convención contra la Corrupción amplia y eficaz sobre la materia. El texto de la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción se elaboró a lo largo de siete períodos de sesiones del Comité Especial, entre el 21 de enero de 2002 y el 1 de octubre de 2003, y fue aprobado el 31 de octubre de 2003. El 18 de diciembre de 2002 la Asamblea General aceptó el ofrecimiento del Gobierno de México de ser el anfitrión de una Conferencia Política de Alto Nivel en Mérida para la firma de la Convención, mediante su resolución 57/169.
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