Viaje al centro de la Tierra: Capítulo 6
Viaje al centro de la Tierra Capítulo 6 de Julio Verne Al escuchar estas palabras, un terrible escalofrío me recorrió todo el cuerpo. Me mantuve sereno, sin embargo. y resolví ponerle buena cara. Sólo argumentos científicos podrían detener al profesor Lidenhrock, y había muchos y muy poderosos que oponer a semejante viaje. ¡Ir al centro de la tierra! ¡Qué locura! Pero me reservé mi dialéctica para el momento oportuno, y eso me ocupó toda la comida. No hay para qué decir las imprecaciones de mi tío al encontrarse la mesa completamente vacía. Pero, una vez explicada la causa, devolvió la libertad a Marta, la cual corrió presurosa al mercado y desplegó tal actividad y diligencia que. una hora más tarde, mi apetito se hallaba satisfecho y me di exacta cuenta de la situación. Durante la comida, dio muestras el profesor de cierta jovialidad, permitiéndose esos chistes de sabio, que no encierran peligro jamás; y, terminados los postres, me hizo señas para que le...
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