Veinte años después: LXVII. Londres
Veinte años después: Capítulo LXII. Londres de Alejandro Dumas En cuanto se perdió a los lejos el ruido de los caballos, salió Artagnan a la orilla del riachuelo y empezó a correr en dirección a Londres. Siguiéronle en silencio los tres amigos hasta que trazando un ancho semicírculo dejaron la población muy a sus espaldas. ––Ahora sí que creo dijo Artagnan cuando le pareció que se encontraban bastante lejos del punto de partida para pasar del galope al trote––; ahora sí que creo que todo se ha perdido y que lo mejor que podemos hacer es regresar a Francia. ¿Qué decís de la proposición, Athos? ¿No la consideráis juiciosa? ––Sí, amigo mío ––respondió Athos––; pero el otro día pronunciasteis una frase, no juiciosa, sino generosa y noble; dijisteis «moriremos aquí», y os recuerdo vuestra palabra. ––¡Diantre! ––exclamó Porthos––. La muerte nada vale, no sabiendo lo que es no debe preocuparnos: lo que a mí me atormenta es la...
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