Segundo Libro de La Galatea: 35
SILERIO »¡Oh Blanca, a quien rendida está la nieve, y en condición más que la nieve helada!, no presumáis ser mi dolor tan leve que estéis de remediarle descuidada. Mirad que si mi mal no ablanda y mueve 5 vuestra alma, en mi desdicha conjurada, se volverá tan negra mi ventura cuanta sois blanca en nombre y hermosura. »¡Blanca gentil, en cuyo blanco pecho el contento de amor se anida y cierra!: 10 antes qu’el mío, en lágrimas deshecho, se vuelva polvo y miserable tierra, mostrad el vuestro en algo satisfecho del amor y dolor qu’el mío encierra, que ésta será tan caudalosa paga, 15 que a cuanto mal padezco satisfaga. »Blanca, sois vos por quien trocar querría de oro el más finísimo ducado, y por tan alta posesión tendría por bien perder la del más alto estado. 20 Pues esto conocéis, ¡oh Blanca mía!, dejad ese desdén desamorado, y haced, ¡oh Blanca!, que el amor...
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