San Isidro labrador de Madrid: 62
Acto Segundo 62 Pág. 62 de 108 San Isidro labrador de Madrid Acto II Lope de Vega Demonio: ¡Y él se comienza a mover! Envidia: ¡Después de despedazado se mueve! ¡Ay! Demonio: ¿De qué te espantas? Envidia: Que le haya resucitado con aquellas manos santas; labrador por Dios labrado. Demonio: Volverse a la villa quiere, que su mujer ha parido. Envidia: ¿Ya qué puede haber que espere, si el hijo recién nacido la misma virtud adquiere? ¡Estraña cosa, Luzbel! Santo es Isidro, y María, santa y bendita como él, pues esta planta qué había de dar, sino un simple Abel. Cristo, cuando acá vivía, con Josef y con María, eran Trinidad del suelo figurando la del cielo, pues que solo un Dios había. Y aunque es la comparación de aquellas tres tan distintas, temo alguna confusión. Demonio: Mal...
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