Reproche musical

Reproche musical de Evaristo Carriego Si te sientas como anoche junto al piano, a mis ruegos insensible, taciturna: fugitiva de aquel aire wagneriano que tú sabes. Sí, cual trágica nocturna traes la sombra del mutismo caprichoso de unos celos singulares y tardíos, volveremos a rozar el enojoso viejo tema del "porqué" de tus hastíos. ¿Ves, amada? Ya se ha oído la sombría voz solemne del Maestro: ya ha asomado su faz grave la orquestal Melancolía, y el esplín contagia el alma del teclado. Deja, ¡loca!, de tocar... Risueñamente ven y cura tu neurosis, flor de anemia, con las risas que destilan el ardiente rojo filtro de la música bohemia: ¡La que anuncia, por las tardes alegradas de benditas borracheras, los regresos presentidos a las carnes asoleadas en el pleno mediodía de los besos! Ríe y canta: torna bueno el rostro huraño, y, como antes, tu garganta tentadora volcará en mi copa negra el vino extraño de una cálida armonía...

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