Preludio (2-Balart)

Sus mejores versos Preludio de Federico Balart Cuando desde la senda que triste huello miro al cielo tendido de monte a monte, dándome ya su sombra, ya su destello, nubes y astros alternan en mi horizonte; y, ora en el cielo el astro descuelle altivo, ora la nube al suelo dé oscura alfombra, ni el astro ni la nube jamás esquivo, y, según el influjo que así recibo, vestidos van mis versos de luz o sombra. Pero aunque en las tinieblas duelos incube la miserable vida que humilde arrastro, sé que, si al astro a veces vela la nube, sobre la nube siempre destella el astro. Por eso, en la tormenta y en la bonanza, los ásperos escollos del mal evito: siempre en los cielos pongo mi confianza; siempre eres tú mi norte, noble Esperanza: ¡y harto en mi derrotero te necesito! Mis intenciones fallan, aun siendo puras; luchando con la suerte voy brazo a brazo; y, completas en todo mis desventuras, a mis venturas siempre falta un pedazo. A las densas tinieblas hechos mis ojos, con la...

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