Por el alma de Don Quijote

Por el alma de Don Quijote de Evaristo Carriego A don Salvador Boucau, uno de los pocos Por el alma de Don Quijote Con el más reposado y humilde continente, de contrición sincera; suave, discretamente, por no incurrir en burlas de ingeniosos normales, sin risueños enojos ni actitudes teatrales de cómico rebelde, que, cenando en comparsa, ensaya el llanto trágico que llorará en la farsa, dedico estos sermones, porque sí, porque quiero, al único, al Supremo Famoso Caballero, a quien pido que siempre me tenga de su mano, al santo de los santos Don Alonso Quijano que ahora está en la Gloria, y a la diestra del Bueno: su dulcísimo hermano Jesús el Nazareno, con las desilusiones de sus caballerías renegando de todas nuestras bellaquerías. Pero me estoy temiendo que venga algún chistoso con sátiras amables de burlador donoso, o con mordacidades de socarrón hiriente, y descubra, tan grave como irónicamente, -a la sandez de Sancho se la llama...

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información