Poema:Del conocimiento de sí mismo
En el profundo del abismo estabas del no ser encerrado y detenido, sin poder ni saber salir afuera, y todo lo que es algo en mí faltaba, la vida, el alma, el cuerpo y el sentido; y en fin, mi ser no ser entonces era, y así de esta manera estuve eternamente nada visible y sin tratar con gente, en tal suerte que aun era muy más buena del ancho mar la más menuda arena; y el gusanillo de la gente hollado un rey era, conmigo comparado. Estando, pues, en tal tiniebla oscura, volviendo ya con curso presuroso el sexto siglo el estrellado cielo, miró el gran Padre, Dios de la natura, y viome en sí benigno y amoroso, y sacóme a la luz de aqueste suelo, vistióme de este velo, de flaca carne y güeso, mas diome el alma, a quien no hubiera peso, que impidiera llegar a la presencia de la divina e inefable Esencia, si la primera culpa no agravara su ligereza y alas derribara ¡Oh culpa amarga, y cuánto bien quitaste al alma mía! ¡Cuánto mal hiciste! Luego que fue criada y junto...
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