Poema:A quién irá mi doloroso canto...
Al Ilustrísimo y Reverendísimo Cardenal don Diego de Espinosa ¿A quién irá mi doloroso canto, o en cúya oreja sonará su acento, que no deshaga el corazón en llanto? A ti, gran cardenal, yo le presento, pues vemos te ha cabido tanta parte del hado secutivo vïolento. Aquí verás qu'el bien no tiene parte: todo es dolor, tristeza y desconsuelo lo que en mi triste canto se reparte. ¿Quién dijera, señor, que un solo vuelo de una ánima beata al alta cumbre pusiera en confusión al bajo suelo? Mas, ¡ay!, que yace muerta nuestra lumbre: el alma goza de perpetua gloria, y el cuerpo de terrena pesadumbre. No se pase, señor, de tu memoria cómo en un punto la invincible muerte lleva de nuestras vidas la victoria. Al tiempo que esperaba nuestra suerte poderse mejorar, la sancta mano mostró por nuestro mal su furia fuerte. Entristeció a la tierra su verano, secó su paraíso fresco y tierno, el ornato añubló del ser cristiano. Volvió la primavera en frío invierno, trocó...
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