Página:Rosario de sonetos líricos.djvu/92

09/10/2009 134 Palabras

Corregido 88 XXXIX LA ORACIÓN DEL ATEO Oye mi ruego tú, Dios que no existes, y en tu nada recoje estas mis quejas, tú que á los pobres hombres nunca dejas sin consuelo de engaño. No resistes á nuestro ruego y nuestro anhelo vistes. Cuanto tú de mi mente más te alejas más recuerdo las plácidas consejas con que mi ama endulzóme noches tristes.

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información