Napoleón en Chamartín : 23
Napoleón en Chamartín : 23 de Benito Pérez Galdós -¡Toquen castañuelas, repiquen panderos, machaquen almireces, punteen vihuelas y aporreen zambombas para celebrar el talento delsabio legislador, harto de bazofia y comido de piojos, que sacó de su cabeza ese pomposo y coruscante decreto! -exclamó al fin Luceño dando un porrazo en el respaldo de la silla y levantándose de ella. -¿Conque a la tercera parte? -dijo Salmón-. ¿De modo que de cada tres no ha de quedar más que uno? -Eso es, y los demás a la calle, a pedir limosna, porque una pensión de tres mil reales para personas que han de vivir decentemente, es aquello de hártate comilón con pasa y media. -Y afuera novicios. -¡Y no más profesar! -Y con los bienes se aumentará la congrua de los curas. -También eso está bien -dijo el dominico-. Alábelo su merced, padre Castillo. ¡Qué nos quiten lo nuestro para...
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