Mendizábal : 23
Mendizábal : 23 de Benito Pérez Galdós Más que inquieto, lleno de zozobra por la desusada tardanza de Fernandito, le esperó levantado su amigo D. Pedro, y al verle entrar, conoció por su rostro encendido, por el febril centelleo de su mirada, que algo muy grave le había ocurrido aquella noche. Interrogole dulcemente, y no obtuvo respuesta categórica. «Luego me lo contarás -dijo Hillo-, que ya es hora de que me vaya a decir mi misa. Me has tenido toda la noche en vela. Como no es tu costumbre trasnochar, me alarmé. ¿Has estado en alguna logia? ¿Se trata de algún mal paso, de algún lance?... Pero no quiero molestarte ahora. No me cuentes nada, y descansa, pobrecito, que estarás muerto de sueño. Yo me voy al Carmen... Duerme todo el día si quieres, y a la tardecita me contarás...». Se fue D. Pedro a celebrar, y al regreso de la iglesia, Calpena dormía. Acercose a su lecho el...
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