Las mil y una noches:77
Las mil y una noches Pero cuando llegó la 47ª noche de Anónimo PERO CUANDO LLEGO LA 47ª NOCHE Ella dijo: He llegado a saber, ¡oh rey afortunado! que la vieja, Madre de todas las Calamidades, dijo: "¡Nada de eso; mi desafío es formal!" Entonces la joven vencedora repuso: "¡Oh mi señora, Madre de todas las Calamidades! Si verdaderamente te quedan fuerzas para luchar, he aquí que pronto lo sabrán mis brazos". Y avanzó hacia la vieja, que se ahogaba de cólera, y todos los pelos de su horrible cuerpo se habían puesto de punta, como espinas de erizo. Y dijo la vieja: "¡Por el Mesías! ¡Que no hemos de luchar sino desnudas!" Y se despojó de todas sus ropas, se desató el pantalón, lo tiró a lo lejos, y se rodeó la cintura con un pañuelo, atándoselo sobre el ombligo. Y así aparecía en toda su horrorosa fealdad, y semejaba una serpiente con manchas blancas y negras. Después se volvió hacia la joven y le dijo: "¿Qué aguardas para desnudarte?" Entonces la joven...
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