Las mil y una noches:47
Las mil y una noches Relato del sastre de Anónimo "Sabe, pues, ¡oh rey del tiempo! que antes de mi aventura con el jorobado me habían convidado en una casa donde se daba un festín a los principales miembros de los gremios de nuestra ciudad: sastres, zapateros, lenceros, barberos, carpinteros y otros. Y era muy de mañana. Por eso, desde el amanecer, estábamos todos sentados en coro para desayunarnos, y no aguardábamos más que al amo de la casa, cuando le vimos entrar acompañado de un joven forastero, hermoso, bien formado, gentil y vestido a la moda de Bagdad. Y era todo lo hermoso que se podía desear, y estaba tan bien vestido como pudiera imaginarse. Pero era ostensiblemente cojo. Luego que entró adonde estábamos, nos deseó la paz, y nos levantamos todos para devolverle su saludo. Después íbamos a sentarnos, y él con nosotros, cuando súbitamente le vimos cambiar de color y disponerse a salir. Entonces hicimos mil esfuerzos para detenerlo entre nosotros. Y el...
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