Las mil y una noches:467
Las mil y una noches - Tomo III Pero cuando llegó la 468ª noche de Anónimo PERO CUANDO LLEGO LA 468* NOCHE Ella dijo: "... ¡Pero has de guardar el secreto de todo esto!" Entonces contestó Juder: "¡Escucho y obedezco!" Y ató los brazos al moghrabín, que le decía: "¡Más fuerte todavía!" Y cuando acabó la cosa, lo levantó y lo tiró al lago. Luego esperó algunos instantes para ver qué pasaba. Pero al cabo de cierto tiempo vió de pronto surgir del agua los dos pies del moghrabín. Entonces comprendió que había muerto el hombre, y sin inquietarse más por él cogió la mula y fue al zoco de los mercaderes, donde, efectivamente, vio sentado en una silla, a la puerta de su tienda, al consabido judío, que exclamó al ver la mula: "¡No hay duda! ha perecido el hombre!" Luego prosiguió: "¡Ha sido víctima de la codicia!" Y sin añadir una palabra, tomó de manos de Juder la mula, v le contó cien dinares de oro, recomendándole que guardara el secreto. Juder...
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