Las mil y una noches:433
Las mil y una noches - Tomo III Pero cuando llegó la 434ª noche de Anónimo PERO CUANDO LLEGO LA 434ª NOCHE Ella dijo: ... Cuando la vieja estuvo ante la joven, quedó estupefacta de su hermosura; porque la esposa del emir era verdaderamente cual un tesoro descubierto, cuyos sellos talismánicos se hubiesen roto para mostrarlo así en su gloria. Y por su parte, la bella Khatún se apresuró a arrojarse a los pies de la vieja y a besarle las manos; y la vieja le dijo: "¡Oh hija mía! ¡no vengo más que porque he adivinado, con la inspiración de Alah, que tienes necesidad de mis consejos!" Y Khatún comenzó primeramente por servirle de comer, según costumbre establecida con los santos pordioseros; pero la vieja no consintió en tocar los manjares, y dijo: "¡Ya no quiero comer más que manjares del Paraíso, y ayuno siempre, excepto cinco días al año! ¡Pero te veo afligida ¡oh hija mía! y deseo que me cuentes la causa de tu tristeza!" La joven contestó: "¡Oh madre...
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