Las mil y una noches:345
Las mil y una noches - Tomo III Y cuando llegó la 352ª noche de Anónimo Y CUANDO LLEGO LA 352ª NOCHE Ella dijo: "...y hasta te cabe el derecho de hablar aún con más amargura. Pero el perdón de las faltas es patrimonio de las almas generosas. Y además, ¿qué harías en este palacio sola con tu dolor, después de haber muerto la gentil amiga que te consolaba con su dulzura?" Al oír estas palabras, se llenaron de lágrimas sus ojos, y permaneció pensativa durante una hora. Tras lo cual me dijo: "Creo que dijiste verdad, Ibn Al-Mansur. ¡Voy a contestarle!" Entonces ¡oh Emir de los Creyentes! cogió papel y escribió una carta, cuya elocuencia emocionante no sabrían igualar los mejores escribas de tu palacio. No me acuerdo de los términos exactos de aquella carta pero en sustancia decía así: "A pesar del deseo, ¡oh mi amante! jamás he comprendido el motivo de nuestra separación. Reflexionando bien, es posible que en el pasado errara yo. Pero el pasado ya no...
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