Las mil y una noches:344

23/10/2009 1.492 Palabras

Las mil y una noches - Tomo III Pero cuando llegó la 351ª noche de Anónimo PERO CUANDO LLEGÓ LA 351ª NOCHE Ella dijo: "¡...Qué lástima que una belleza semejante se haya perdido para siempre! ¡La debió desbordar la pena, anegándola el corazón!" Con el pecho oprimido por la angustia, me decidí entonces a personarme en el palacio del emir Jobair. Allá me esperaba un espectáculo más entristecedor aún. Todo estaba desierto; los muros derrumbábanse ruinosos; habíase secado el jardín, sin la menor huella de que le cuidase nadie. Ningún esclavo guardaba la puerta del palacio, y no había ningún ser vivo que pudiera darme noticia de quienes habitaron en el interior. Ante aquel espectáculo, me dije desde lo profundo de mi alma: ¡También ha debido morir él!" Muy triste, muy apenado, me senté luego a la puerta, e improvisé esta elegía: ¡Oh morada! ¡En tus umbrales me detengo para llorar con tus piedras al recuerdo del amigo que ya no existe! ¿Dónde está...

This website uses its own and third-party cookies in order to obtain statistical information based on the navigation data of our visitors. If you continue browsing, the acceptance of its use will be assumed, and in case of not accepting its installation you should visit the information section, where we explain how to remove or deny them.
OK | More info