Las mil y una noches:342
Las mil y una noches - Tomo III Y cuando llegó la 348ª noche de Anónimo Y CUANDO LLEGO LA 348ª NOCHE Ella dijo: ... pero en lo que respecta a mi vergüenza, ya es otra cosa". Cuando la joven hubo oído estas palabras, se levantó y fue a reunirse con su esclava, para decirme, irritada en extremo: "¿Es que hay mayor vergüenza para tus cabellos blancos ¡oh jeique! que la acción de pararte con tal osadía a la puerta de un harem que no es tu harem, y de una morada que no es tu morada?" Yo me incliné y contesté: "¡Por Alah, ¡oh mi dueña! que la vergüenza para mi barba no es tan considerable, y lo juro por tu vida! ¡Mi presencia aquí tiene una excusa!" Ella preguntó: "¿Y cuál es tu excusa?" Contesté: "¡Soy un extranjero que padece una sed de la que voy a morir!" Ella contestó: "¡Aceptamos esa excusa, pues, ¡por Alah!, que es atendible!" Y enseguida se volvió hacia su joven esclava y le dijo: "¡Gentil, corre pronto a darle de beber!" Desapareció la...
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