Las mil y una noches:166
Las mil y una noches - Tomo II Y cuando llegó la 135ª noche de Anónimo Y CUANDO LLEGO LA 135ª NOCHE Ella dijo: Y dichas estas palabras, se alejó; y después de haber escondido la carta entre sus cabellos, fué a buscar a su ama. Entró en su aposento, le besó la mano, y se sentó sin decir palabra. Pero pasados unos instantes, dijo: "¡Hija mía muy amada! se me ha enredado el pelo, y ya no tengo fuerzas para trenzarlo. Te ruego que mandes a una de tus esclavas que venga a peinarme". Pero la princesa exclamó: "¡0 mi buena Dudú! yo misma te peinaré, ya que lo has hecho tantas veces conmigo". Y la princesa deshizo las blancas trenzas de su nodriza, y se dispuso a peinarlas. Pero entonces cayó la carta sobre la alfombra. Y la princesa, sorprendida, se apresuró a cogerla, pero la vieja exclamó: "¡Oh hija mía! dame ese papel. ¡Ha debido enredárseme entre el pelo en casa de ese mercader maldito! ¡Voy a devolvérselo inmediatamente!" La princesa no le hizo caso, y...
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