Las mil y una noches:0995
Las mil y una noches - Tomo VI pero cuando llegó la 987ª noche de Anónimo PERO CUANDO LLEGÓ LA 987ª NOCHE Ella dijo: ...Y se volvió a Medina, su país, mientras yo salía del palacio embriagado con aquella melodía. Y al regresar a mi casa, cogí mi laúd, que estaba colgado en la pared, y lo templé y armonicé las cuerdas y tonos en los más pequeños detalles. Pero ¡por Alah! cuando quise repetir la música de aquel aire hedjaziense que me había emocionado tanto, no pude recordar la menor nota, ni siquiera el tono en que fué cantado, yo, que de ordinario retenía cantilenas de cien coplas oídas casi sin atención. Pero a la razón había caído entre mi memoria y aquella música un velo de algodón impenetrable, y no obstante todos mis esfuerzos de memoria, no pude repetir lo que tanto me preocupaba. Y desde entonces, me esforcé día y noche en llamar a mi memoria aquella música, pero sin ningún resultado. Y renuncié con desesperación a mi laúd y a mis...
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