Las mil y una noches:0972
Las mil y una noches - Tomo VI y cuando llegó la 973ª noche de Anónimo Y CUANDO LLEGÓ LA 973ª NOCHE Ella dijo: ... sin más prisa ni más emoción. En cuanto a Doreid, como no viera reaparecer a su mensajero, envió a la descubierta a otro jinete. Y éste, al encontrar sin vida en el camino a su compañero, persiguió al viajero y le gritó desde lejos la intimación que le había dirigido el primer agresor. Pero el hombre hizo como si no oyera. Y el jinete de Doreid corrió tras él, lanza en ristre. Pero el hombre, sin conmoverse, entregó de nuevo a su dama el ronzal del camello, y arremetió de pronto contra el jinete, dirigiéndole estos versos: ¡He aquí que cae sobre ti la fatalidad de colmillos de hierro! ¡oh retoño de la infamia, que te pones en el camino de la mujer libre e inviolable! ¡Entre ella y tú está tu señor Rabiah, cuya ley, para un enemigo, es el hierro de su lanza, una lanza que le obedece a la perfección! Y cayó el jinete, con el hígado...
Está viendo el 9% del contenido de este artículo.
Solicite el acceso a su biblioteca para poder consultar nuestros recursos electrónicos.
Ventajas de ser usuario registrado.
Acceso sin restricciones a todo el contenido de la obra.
Sólo información contrastada de prestigiosos sellos editoriales.
Contenidos de renombrados autores y actualizaciones diarias.
La nueva plataforma del Consorcio ofrece una experiencia de búsqueda de fácil manejo y de gran usabilidad. Contiene funciones únicas que permiten navegar y realizar consultas de manera ágil y dinámica.
Convenios especiales: Enseñanza Bibliotecas públicas