Las mil y una noches:0910
Las mil y una noches - Tomo VI pero cuando llegó la 928ª noche de Anónimo PERO CUANDO LLEGÓ LA 928ª NOCHE Ella dijo: "... Así, pues, cuando hubo hecho expresar a la madera armoniosa del laúd todas las voces de los pájaros que poblaron antaño el árbol de donde salió él, levantó la cabeza y dejó caer de sus labios, cantando, estos versos del poeta: ¡Cuando el alma desea a la que es la única compañera posible, nada podrá hacerla retroceder, ni siquiera el Destino! ¡Oh tú, que me torturaste hasta destrozar para siempre mi corazón! ¡Toma mi vida entera y haz de ella propiedad tuya, pues que sólo la languidez que tu ausencia me produce logrará abatirme y hacerme morir! Me has dicho, riendo: "¡Yo sola sabré curar el mal que sufres, y del que ningún médico ha sabido librarte; y una sola de mis miradas bastará como remedio para tu estado doliente!" ¿Cuánto tiempo todavía ¡oh cruel! vas a estar chanceándote de mi herida? ¿Acaso no ha creado el Señor...
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