Las mil y una noches:0882
Las mil y una noches - Tomo VI pero cuando llegó la 903ª noche de Anónimo PERO CUANDO LLEGÓ LA 903ª NOCHE Ella dijo: "... Por eso, lo que voy a hacer es abandonar mi destino al Dueño de los destinos. He aquí que todo se vuelve contra mí y todo sale al contrario de lo que yo esperaba. Y el poeta estaba en lo cierto cuando decía: ¡Oh amigo! ¡he corrido a través del mundo, de Oriente a Occidente! ¡Pero todo lo que encontré fueron penas y fatigas! ¡He tratado a los hombres de la época! ¡Pero no he encontrado ni un amigo agradable ni mi igual! Y de nuevo lloró y exclamó: "¡Oh Dios! ¡dame la virtud de la paciencia! Tras de lo cual se levantó y se dirigió a una mezquita, entrando en ella. Y allí se quedó hasta la tarde. Y aunque aumentaba su hambre, dijo: "Por Tu magnanimidad y Tu majestad, Señor, juro que no pediré nada a nadie más que a Ti". Y se quedó en la mezquita, sin tender la mano a ningún creyente, hasta la caída de la noche Y entonces salió,...
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