Las mil y una noches:0858
Las mil y una noches - Tomo VI y cuando llegó la 886ª noche de Anónimo Y CUANDO LLEGÓ LA 886ª NOCHE Ella dijo: ... Y la princesa, cruzando las galerías, penetró en la sala grande que le había descripto la vieja, mientras a su paso las alegres voces hacían oír conciertos de bienvenida. Y lejos de esconderse debajo del diván, como lo había hecho la vieja, fué a sentarse en el trono grande que se elevaba en el sitio de honor, al borde del estanque. Y por toda precaución se echó sobre el rostro su velillo. Apenas habíase instalado de tal modo, como una reina en su trono, se oyó un ruido muy tenue, no de pezuñas golpeando el suelo, sino de pasos ligeros que anunciaban a quien los daba. Y entró el joven, como un diamante. Y ocurrió lo que ocurrió. Y en el corazón de ambos enamorados sucedió la alegría a los tormentos. Y se unieron como el amante se une a su amante, en tanto que desde la bóveda y desde los muros y desde todos los rincones del aposento se...
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