La lucha por la vida II: 087
none Pág. 087 de 121 La lucha por la vida II Tercera parte Pío Baroja -Era muy interesada la chica aquella. Pues estaba allá cuando veo a un señor gordo, de chaleco blanco, que estaba de palique con unas golfas. Había mucha gente; me acerco a él, cojo la cadena, tiro suavemente hasta sacar el reloj del bolsillo, doy la vuelta a la anilla y la hago saltar. Como la cadena era bastante pesada, había el peligro de que al soltarla le diera al señor en la barriga y le hiciese comprender que le habían afanado; pero en aquel momento dieron unas palmadas, la gente comenzó a entrar en el teatro a empellones, yo solté la cadena y me escabullí. Iba escapado por frente á San José a meterme por la calle de las Torres cuando siento que me cogen del brazo. ¡Chico, me entró un sudor...! «Déjeme usted», dije yo. «Calla; si no, llamo a uno del Orden. (Yo me callé.) Te he visto cómo limpiabas el reloj a ese pimpi.» «¿Yo?» «Tú, sí. Tienes el reloj en el bolsillo...
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