La lucha por la vida II: 042
none Pág. 042 de 121 La lucha por la vida II Primera parte Pío Baroja Entró ella en el coche y luego Manuel, estupefacto. -Ya está todo arreglado -dijo la muchacha a Manuel-. El embajador ha telefoneado al hotel diciendo que pasen la cuenta a la Embajada. Manuel pudo notar en esta ocasión, y comprobarlo después repetidas veces, que las mujeres acostumbradas desde niñas a doblegarse y a ocultar sus deseos, tienen, cuando despliegan sus energías ocultas, un poder y una fuerza extraordinarios. La baronesa recibió la noticia alborozada, y en un arrebato de ternura besó a Kate repetidas veces y lloró amargamente. Días después se recibió la contestación del cuñado de la baronesa y un cheque para que se pusieran en camino. A pesar de lo que le prometió la baronesa a Manuel, éste comprendió que no le llevarían a él. Era natural. La baronesa compró ropa para la Nena y para ella. Una tarde de otoño se fueron madre e hija. Manuel las acompañó en coche hasta...
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