La lucha por la vida II: 014
none Pág. 014 de 121 La lucha por la vida II Primera parte Pío Baroja -¿Tú sabes escribir? -preguntó el señor Mingote al muchacho. -Sí, señor. -¿Con ortografía? -Algunas palabras quizá no sepa... -A. mí me pasa lo mismo. Los hombres verdaderamente grandes despreciamos esas cosas verdaderamente pequeñas. Ponte a trabajar aquí -y puso una silla al otro lado de la mesa donde escribía el hombre amarillo-. Este trabajo -añadió- será el pago del servicio que te voy a prestar buscándote una colocación pistonuda. -Señor Mingote -exclamó don Servando-, muchas gracias por todo. -¡Señor don Servando! ¡Siempre a sus órdenes! —contestó el agente de negocios y de colocaciones, revirando uno de los ojos que se le desviaba y haciendo una solemne reverencia. Manuel se sentó a la mesa, tomó la pluma, la mojó en el tinteto y esperó. -Vete poniendo un nombre de éstos en cada circular -le dijo Mingote, dándole una lista y un paquete de circulares. La letra...
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