La Cartuja de Parma: XVI

15/10/2012 6.562 Palabras

La Cartuja de Parma: XVI de Stendhal Pues bien exclamó el general al ver a su hermano de César la duquesa va a gastarse cien mil escudos para intenté burlarse de mí y que se escape el preso. Pero, por el momentos vemos obligados a dejar a Fabricio en su cárcel, en lo alto de la fortaleza de Parma. Está bien guardado y volveremos a encontrarla más tarde, acaso un poco cambiado. Vamos a ocuparnos, por ahora de la corte, en donde muy complicadas intrigas y sobre todo la pasión de una mujer desgraciada van a decidir su suerte. Mientras subía los trescientos noventa escalones que conduce a la prisión de la torre Farnesio, Fabricio que tanto había temido este instante, halló que no tenía tiempo de pensar en su desgracia. Cuando la duquesa volvió a su casa, después de la velada de conde Zurla, despidió a sus criadas y dejándose caer vestida en la cama, exclamó en alta voz: ¡Fabricio está en poder de sus enemiga y van a envenenarlo quizá por culpa mía! ¿Cómo pintar...

This website uses its own and third-party cookies in order to obtain statistical information based on the navigation data of our visitors. If you continue browsing, the acceptance of its use will be assumed, and in case of not accepting its installation you should visit the information section, where we explain how to remove or deny them.
OK | More info