Ivanhoe: Capítulo XII
Ivanhoe de Walter Scott «Reconocen la liza atentamente los graves reyes de armas, y les siguen con muestras de dolor los caballeros: el eco se oye del clarín sonoro, de la espuela aguijado el corcel corre, aturde el golpear en los escudos, refleja el sol en las lucientes armas… y un torrente de sangre inunda el suelo. » CHAUCER Amaneció el día plácido y sereno, y se veía en la llanura la agitación y prisa con que los espectadores buscaban los mejores sitios para disfrutar del. torneo. Se presentaron los mariscales al momento, acompañados por los heraldos, para anotar el nombre de los caballeros que se presentaran a tomar parte en la lid y saber bajo qué bandera querían combatir; pre caución indispensable a fin de establecer la posible igualdad entre los dos bandos combatientes. Era práctica corriente que el vencedor en el último torneo fuera jefe de uno de los bandos, y, de consiguiente, fué elegido para mandar uno de ellos el caballero Desheredado; para el...
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