Insolación: 22
Capítulo XXII 22 Pág. 22 de 22 Insolación Emilia Pardo Bazán Epílogo No entremos en el saloncito de Asís mientras dure el tiroteo de explicaciones (¡cosa más empalagosa!), sino cuando la pareja liba la primera miel de las paces (empalagosísima también, pero paciencia). Ni Pacheco pregunta ya nada acerca de don Gabriel Pardo y su amistad, ni Asís se acuerda del baile en el merendero. El gaditano habla al oído de la señora. -¿Pero tú te creíste que yo no sabía que mañana te vas? A Diego Pacheco no se la ha pegado ninguna hembra... ¡Niña boba! Esta mañana ya habías dispuesto la marcha, claro que sí, y si te viniste a almorsá conmigo, fue que te di un poquillo de lástima... Decías tú allá en tus adentros: sólo faltan horas; vamos a complacer a este, que tiempo habrá de que estalle la bomba y dejarlo plantao... ¡Y ahora también piensas en cosas así, muy tristes; en que ya no nos vemos, en que se acaba el cariñito y las fatigas y el...
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