Insolación: 10
Capítulo X 10 Pág. 10 de 22 Insolación Emilia Pardo Bazán Oyendo un nuevo repiqueteo de campanilla, acudió Ángela despavorida, a ver qué era. Su ama estaba medio incorporada sobre un codo. -Venga quien venga, ¿entiendes?, venga quien venga..., que he salido. -A todo el mundo, vamos; que ha salido la señorita. -A todo el mundo: sin excepción. Cuidadito como me dejas entrar a nadie. -¡Jesús, señorita! Ni el aire entrará. -Y prepárame el baño. -¿El baño? ¿No le sentará mal a la señorita? -No -contestó Asís secamente-. (¡Manía de meterse en todo tienen estas doncellas!). -¿Y la orden del coche, señorita? Ya dos veces ha venido Roque a preguntarla. Al nombre del cochero, sintió Asís que le subía un pavo atroz, como si el cochero representase para ella la sociedad, el deber, todas las conveniencias pisoteadas y atropelladas la víspera. ¡El cochero sí que debía maliciarse...! -Dile..., dile que... venga dentro de un par de horas...,...
Está viendo el 6% del contenido de este artículo.
Solicite el acceso a su biblioteca para poder consultar nuestros recursos electrónicos.
Ventajas de ser usuario registrado.
Acceso sin restricciones a todo el contenido de la obra.
Sólo información contrastada de prestigiosos sellos editoriales.
Contenidos de renombrados autores y actualizaciones diarias.
La nueva plataforma del Consorcio ofrece una experiencia de búsqueda de fácil manejo y de gran usabilidad. Contiene funciones únicas que permiten navegar y realizar consultas de manera ágil y dinámica.
Convenios especiales: Enseñanza Bibliotecas públicas