Grito de gloria : 5
Grito de gloria : 5 de Eduardo Acevedo Díaz La cifra pues, de los invasores, no era para inspirar temor a un poder incontestable. Que llegara a aumentarse, era todavía un problema, aunque melenudos, carecían de la levadura de los gigantes bíblicos que con la honda o la quijada nivelaban en un momento las condiciones de la lucha. Como hemos dicho, el guarismo de los dominadores, teniendo sólo en cuenta las tropas de guarnición en el país, incluidas las auxiliares de Rivera, y las que podían maniobrar en el acto desde la vieja línea divisoria, en donde vivaqueaban con sus armas en pabellón, sumaba cinco mil hombres próximamente. Este ejército compuesto en su mayor parte de infantería y caballería de línea, estaba apoyado por una artillería de plaza y de campaña que contaba con ciento cincuenta cañones. Secundábalo en las vías fluviales una armada de siete buques, perfectamente,...
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