Gloria: 36
Gloria Primera parte - Capítulo XXXVI de Benito Pérez Galdós ¡Que horrible tiempo! -¡Qué horrible tiempo! -refunfuñó Francisca-. ¡Si parece que se acaba el mundo!... ¡Jesús! el viento ha apagado la luz de la escalera!... ¡Cómo golpean las puertas! Roque, Roque. A la voz de la digna criada, que avanzaba por el fondo del pasillo bajo, Roque apareció soñoliento. -Hombre, muévete -dijo Francisca andando casi a tientas hacia la escalera-. ¡Jesús, María y José... qué miedo! Si me parece que he visto una sombra, un bulto escurriéndose por la escalera arriba. -Usted ve visiones, señora Francisca. -Con verte a ti tengo bastante, monstruo. -Cierra la puerta del jardín. Puesto que los señores no vienen... ¡Qué horrible ventisca! Vaya que Santiago se porta. Después de la tormenta, fuelle. Si parece que los demonios levantan en peso la casa y se la llevan por los aires... Dime, zopenco, ¿has visto subir a la señorita? -Sí señora; hace mucho rato....
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