Gloria: 12
Gloria Primera parte - Capítulo XII de Benito Pérez Galdós El otro Lo propuesto por D. Juan dejó a Gloria en la mayor confusión. Aquel asunto realmente grave no podía presentarse a su espíritu sin ocuparlo al punto vivamente. Durante largo rato su meditación fue tan profunda, que el tiempo transcurría sin que ella lo advirtiese. Al fin dando un suspiro, y alzando la cabeza, como que volvió en su acuerdo. Advirtió gran soledad en el jardín, bastante caldeado por el sol que a mucha altura estaba ya. Cerradas todas las persianas de la casa, ningún ruido venía de ella; hasta los pájaros se habían callado, y sólo dos o tres cuchicheaban algún secreto o refunfuñaban alguna disputa en las últimas ramas de los plátanos. Gloria se levantó, pues el ardiente vibrar de sus nervios la impulsaba a pensar marchando. Complacida del silencio y soledad en que estaba, dejose ir hacia un escondido y ameno bosquecillo. Al ver el apresuramiento de su marcha y el afán con...
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