Funerales báquicos

Funerales báquicos de Evaristo Carriego Ayer en la taberna, tristemente, un borracho, pontífice del vino, decía a otro borracho impenitente, bebiendo el primer vaso matutino: -Yo llevo en mi interior un silencioso Genio o Poder que nunca me abandona: Enemigo ignorado y fastidioso que mis heridas de placer encona, volcando el agua fuerte del odio y del pesar. (Esa agua abunda en las foscas riberas de la Muerte y es en el riego del dolor fecunda). Por eso mismo tengo indefinibles rebeldías de lucha delirante que sólo me hacen ver los imposibles donde cae el Esfuerzo a cada instante, torturado y vencido por la brutal Potencia que condena, diariamente, al espíritu caído a oír los soliloquios de la Pena. Dominación fatal, conturbadora del gran Desconocido que me obliga a custodiar el Mal, hora tras hora, arrojando a la espalda la fatiga. Y es esa tiranía la venganza de un fatídico monstruo cuya mano como un destino atroz siempre me...

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