En la sangre:XXXIX
En la sangre - Capítulo XXXIX de Eugenio Cambaceres Había sido como verle las patas a la sota; como jugar con dados cargados; seguro, fijo, infalible, se compraba en diez para vender en veinte, todo, lo que se presentaba, lo que caía, con todo se hacía negocio, para todo había comprador, no ganaba plata a todo el que no quería. Con cincuenta miserables mil pesos había empezado y tenía en tres meses un millón de utilidad. Y se había cebado, le había seguido entrando no más, de firme, sin mirar para atrás; se había metido hasta la maza, una porretada de lotes, cerca, lejos, al Norte, al Sur; hasta por el bañado de Flores y los tembladerales de la Boca, había tratado de asegurarse con tiempo, manzanas enteras se había comprado que ni pensaba en largar, mientras no le pagasen lo que se le había antojado pedir por ellas. ¡Claro, a la ocasión la pintaban calva, más que zonzo de no aprovecharse hubiese sido! Una vaga y sorda inquietud, sin embargo, una mal...
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