En la sangre:XXI
En la sangre - Capítulo XXI de Eugenio Cambaceres Una vez realizado su deseo, vendidos los fondos y comprada la americana, no fue ésta ya, no fue coche, fue el Club. Contábase, naturalmente, el padre entre los miembros del Progreso, y asistía Máxima a los bailes. ¿Qué figura hacía entre tanto él, Genaro, a los ojos de su novia? Lo bueno, lo mejor de Buenos Aires se encontraba reunido allí. El mero hecho de ser socio, de tener acceso a ese centro, era como un diploma de valer social, de distinción. Bastaba que llegara a verse excluido un nombre de la lista, para que, por eso solo, como una sombra lo envolviera, recayese sobre él una sospecha, una vaga presunción, inspirase una incierta desconfianza y se viese uno expuesto a ser tildado, ya que no de mulato o de ladrón, de guarango, por lo menos, de individuo de medio pelo, de tipo, de gentuza. Luego; el baile, eso de que agarraran a las mujeres, las abrazaran, las apretaran, como si fuese asunto de ponerse a...
Está viendo el 12% del contenido de este artículo.
Solicite el acceso a su biblioteca para poder consultar nuestros recursos electrónicos.
Ventajas de ser usuario registrado.
Acceso sin restricciones a todo el contenido de la obra.
Sólo información contrastada de prestigiosos sellos editoriales.
Contenidos de renombrados autores y actualizaciones diarias.
La nueva plataforma del Consorcio ofrece una experiencia de búsqueda de fácil manejo y de gran usabilidad. Contiene funciones únicas que permiten navegar y realizar consultas de manera ágil y dinámica.
Convenios especiales: Enseñanza Bibliotecas públicas