El sabor de la tierruca: 04
El sabor de la tierruca-IV: Pelos y señales de José María de Pereda Pedro Mortera y Juan de Prezanes, vástagos de las dos familias más ricas y antiguas de Cumbrales, ligadas siempre por amistoso vínculo ¡caso raro en este país de quisquillas y reconcomios! Juan de Prezanes, repito, y Pedro Mortera, eran inseparables camaradas. Pero Juan era suspicaz, impetuoso y avinagrado de genio, y Pedro cachazudo y reflexivo. Éste, en sus juegos infantiles, gustaba de lo seguro y fuerte; aquél de lo más fácil, siempre que fuera nuevo, breve y vario; el uno era muy inclinado a los trabajos rústicos y a los esparcimientos campestres; el otro a fisgonear murmuraciones y a comentar dichos de las gentes: Pedro era todo observación y método; Juan sentimiento, nervios y palabra. Sólo se parecían ambos muchachos en la bondad del corazón y en estar siempre dispuestos a dar la pelleja el uno por el otro; así es que jamás hubo avenio entre ellos en cuestiones de gusto, y se pasaron...
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