El sabor de la tierruca: 03
El sabor de la tierruca-III: Algo del asunto de José María de Pereda Alzábase la iglesia de Cumbrales sobre un tumor del terreno, o montículo de roca viva, mal cubierto de menuda y fragante vegetación, que, a modo de manta de pobre, roída y desgarrada a trechos, por los agujeros y desgarraduras dejaba asomar las que pudieran llamarse coyunturas del peñasco. Era éste de suave y bien entendido acceso por todas partes, y ocupaba el centro de una llanura, especie de plaza circundante, cruzada de camberas y senderos que partían el rústico suelo en caprichosas porciones geométricas. De éstas, unas estaban pobladas de árboles, no muy corpulentos, pero de ancha copa; otras, las de mayor relieve, adornadas de espesas cenefas de zarzas y saúco, y todas ellas tapizadas de fino y apretado césped, sobre el cual descollaban, aquí y allá, la menta silvestre, el enano poleo, la malva bienhechora y el desabrido cardo. Hubiera sido este pintoresco espacio algo como lo que hoy se...
Está viendo el 5% del contenido de este artículo.
Solicite el acceso a su biblioteca para poder consultar nuestros recursos electrónicos.
Ventajas de ser usuario registrado.
Acceso sin restricciones a todo el contenido de la obra.
Sólo información contrastada de prestigiosos sellos editoriales.
Contenidos de renombrados autores y actualizaciones diarias.
La nueva plataforma del Consorcio ofrece una experiencia de búsqueda de fácil manejo y de gran usabilidad. Contiene funciones únicas que permiten navegar y realizar consultas de manera ágil y dinámica.
Convenios especiales: Enseñanza Bibliotecas públicas