El falso Inca: 08
El falso Inca de Roberto Payró VIII - EL NUDO DE LA INTRIGA El único que no dormía en el campo de los conquistadores, aunque tampoco hiciese el menor ruido, era el padre Torreblanca. Recorría los valles, so pretexto de mansa evangelización, observando y escudriñándolo todo, y como si esto no bastara, muchas gentes astutas y hábiles estaban por él encargadas de informarlo. Servíase -como lo confiesa otro sacerdote, aunque no de la misma orden- «de algunas indias viejecitas, buenas cristianas y españolizantes, que todos los días y con diversos pretextos, repartíanse en varios rumbos, sin dar sospechas -porque son muy finas y solapadas, con perfecto disimulo saben introducirse donde quiera como seres invisibles, y penetran los más ocultos secretos». Los otros jesuitas coadyuvaban a la acción del padre Torreblanca. Por indicación de éste, y después de una excursión informativa, el padre Eugenio de Sancho escribió al gobernador Mercado y Villacorta, poniéndolo...
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