El doctor Centeno: 52
El doctor Centeno Tomo II de Benito Pérez Galdós Fin : VIII El sotabanco en que Miquis vivía (si era aquello vivir), merecía de tal modo en verano los honores de estufa, que allí se podrían criar plantas tropicales. Admirable sitio para observaciones meteorológicas y para estudiar lo irregular de nuestro delicioso clima, pues las temperaturas oscilaban a principios de Junio entre los 30 grados y una mínima de 8. Más tarde se observarían allí las de 40, y algo más, que nos trae Julio para que tengamos una idea de Zanzíbar y otros amenos lugares del África. Cuando el sol tomaba por su cuenta la delgada pared de la sala, dorándola por fuera con sus rayos, caldeándolo por dentro, resecando el yeso, derritiendo la resina del pino, la respiración se hacía difícil, aún para aquellos que tuvieran sus pulmones sanos. Poníase la tal salita como un horno. Su ventana, que era puerta del Cielo, a ciertas horas parecía serlo del Infierno. No sólo sofocaba el...
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