El condenado: 3
(Vanse CELIA y LIDORA.) PEDRISCO Yo no entiendo la moneda que hay en aqueste talego, que, ¡vive Dios!, que no pesa una paja. ENRICO ¡Santos cielos! ¡Que aquestas afrentas sufra! ¿Cómo no rompo estos hierros? ¿Cómo estas rejas no arranco? PEDRISCO ¡Detente! ENRICO ¡Déjame, necio! ¡Vive Dios que he de romperlas y he de castigar mis celos! PEDRISCO Los porteros vienen. ENRICO Vengan. PORTERO PRIMERO (Entrando.) ¿Ha perdido acaso el seso el homicida ladrón? ENRICO Moriré si no me vengo. De mi cadena haré espada. PEDRISCO Que te detengas te ruego. PORTERO PRIMERO ¡Asidle, matadle, muera! ENRICO Hoy veréis, infames presos, de los celos el poder en desesperados pechos. (Rompe la cadena y corre fuera de la escena tras los porteros y los presos.)
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