El caballero de Olmedo: 57
ACTO II 57 Pág. 57 de 87 El caballero de Olmedo Lope de Vega Sale DON ALONSO. ALONSO ¡Ay, riguroso estado, ausencia mi enemiga, que dividiendo el alma puedes dejar la vida! ¡Cuán bien por tus efetos te llaman muerte viva, pues das vida al deseo y matas a la vista! ¡Oh, cuán piadosa fueras, si al partir de Medina la vida me quitaras como el alma me quitas! En ti, Medina, vive aquella Inés divina, que es honra de la corte y gloria de la villa. Sus alabanzas cantan las aguas fugitivas, las aves, que la escuchan, las flores, que la imitan. Es tan bella, que tiene envidia de sí misma, pudiendo estar segura que el mismo sol la envidia; pues no la ve más bella, por su dorada cinta, ni cuando viene a España, ni cuando va a las Indias. Yo merecí quererla. ¡Dichosa mi osadía, que es merecer sus penas calificar mis dichas! Cuando pudiera verla, adorarla y servirla, la fuerza del secreto de tanto bien me priva. Cuando mi amor no fuera de fe tan pura y...
Está viendo el 28% del contenido de este artículo.
Solicite el acceso a su biblioteca para poder consultar nuestros recursos electrónicos.
Ventajas de ser usuario registrado.
Acceso sin restricciones a todo el contenido de la obra.
Sólo información contrastada de prestigiosos sellos editoriales.
Contenidos de renombrados autores y actualizaciones diarias.
La nueva plataforma del Consorcio ofrece una experiencia de búsqueda de fácil manejo y de gran usabilidad. Contiene funciones únicas que permiten navegar y realizar consultas de manera ágil y dinámica.
Convenios especiales: Enseñanza Bibliotecas públicas