El audaz: 21

El audaz Capítulo XXI de Benito Pérez Galdós Capítulo XXI - La nobleza y el pueblo I -¡Oh, es usted! -dijo la joven al verle entrar-. Ya me consideraba muerta. No sé cómo he resistido a tantos horrores. -¿Quién ha estado aquí? -preguntó Muriel. -¿Quién? -contestó temblando todavía, y aún llena de terror, Susana-. Un hombre que decía tener el encargo de matarme. Me ha salvado ese que vive en la casa y parece loco. -¿Y qué señas traía? -¡Ah, horribles! Es uno de los que me trajeron aquí con usted -repuso la dama recobrando un poco de serenidad-. Y ahora me dirá usted de una vez si estoy en una guarida de bandoleros. Si piensan pedir ustedes alguna cantidad por mi rescate, se les dará, porque nosotros somos muy ricos. -No nos hemos apoderado de usted por esa razón. -Entonces intentan matarme para vengarse de mi familia -dijo la joven con alguna entereza. -Tampoco. No ha sido ese mi objeto. Si fuese lícita la venganza, los agravios que yo he...

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información