El amigo Manso: 28
El amigo Manso Capítulo XXVIII de Benito Pérez Galdós Capítulo XXVIII - Habla Peñita Esto decían, y al punto, deseoso de oír a mi discípulo, dejé a mi hermano y subí al empinado palco donde estaba la familia. Entré; nadie volvió la cara para ver quién entraba; tan embebecidas estaban las cuatro damas en contemplar y oír al orador. Sólo el negro me miró, y acariciándome una mano, se pegó a mi costado. Acerqueme sin hacer ruido, y por encima de las cuatro cabezas miré al teatro. No he visto nunca gentío más atento, ni mayor grado de interés, totalmente dirigido a un punto. Verdad es que pocas veces he visto mayor ni más brillante ejemplo de la elocuencia humana. Fascinado y sorprendido estaba el público. Un joven con su palabra arrebatadora, don semi-divino en que concurrían la elegancia de los conceptos, la audacia de las imágenes y el encanto físico de la voz robusta y flexible, había cautivado y como prendido en una red de simpatía la heterogénea...
Está viendo el 6% del contenido de este artículo.
Solicite el acceso a su biblioteca para poder consultar nuestros recursos electrónicos.
Ventajas de ser usuario registrado.
Acceso sin restricciones a todo el contenido de la obra.
Sólo información contrastada de prestigiosos sellos editoriales.
Contenidos de renombrados autores y actualizaciones diarias.
La nueva plataforma del Consorcio ofrece una experiencia de búsqueda de fácil manejo y de gran usabilidad. Contiene funciones únicas que permiten navegar y realizar consultas de manera ágil y dinámica.
Convenios especiales: Enseñanza Bibliotecas públicas