El amigo Manso: 20
El amigo Manso Capítulo XX de Benito Pérez Galdós Capítulo XX - ¡Me parecía mentira! ¡Yo sentado en el banco de una buñolería, a las cuatro de la mañana, teniendo delante un plato de churros y una copa de aguardiente!... Vamos, era para echarse a reír, y así lo hice. ¿Quién se llamará dueño de sí, quién blasonará de informar con la idea la vida, que no se vea desmentido, cuando menos lo piense, por la despótica imposición de la misma vida y por mil fatalidades que salen a sorprendernos en las encrucijadas de la sociedad, o nos secuestran como cobardes ladrones? La pícara sociedad, blandamente y como quien no hace nada, me había estafado mi serenidad filosófica, y tiempo llegaría, si Dios no lo remediaba, en que yo no hallaría en mí nada de lo que formó mi vigorosa personalidad en días más venturosos. Estas reflexiones hacía yo, mirando a dos parejas que en las mesillas de en frente estaban, y asombrándome de verme en tal compañía. Eran cuatro...
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