Cuestión de ambiente: 04
Cuestión de ambiente de Antonio de Hoyos y Vinent Capítulo III - Miasmas de pantano -¿Pero a quién ha salido esta chica? ¡Ay! Dios me dé fuerzas para resistir este golpe, que bien las he menester. ¡Esto es atroz! ¡Un caso así en nuestra familia! ¡Qué impudor! ¡Qué desfachatez! Esta hija me va a matar. ¡En nuestra casa, donde la pobre abuela Rita murió en opinión de santidad y todos siempre han sido tan buenos, tan buenos, que por concesión de Pío IX nos llamamos santos protectores de la abadía del Recuerdo! Si al menos fuese casada... (Esto se la escapó sin querer, y era el símbolo genuino de su modo de pensar.) ¡Con la educación que te hemos dado tu padre y yo -siguió-, parece imposible que hayas hecho lo que has hecho! -Y luego, con acento doloroso de egoísmo herido-: Cuando todo iba tan bien, esta chica viene a aguar la fiesta. Tu hermano, matándose tal vez a estas horas; nosotros, deshonrados mañana cuando la gente sepa (porque en este dichoso...
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